Al final si que pudimos ver al Cristo de la Buena Muerte, pero no al que yo más quería ver : (
Todo por culpa de un insignificante charco puesto justo en la entrada de donde salían los tronos... pobrecitos de ellos el mojarse los pies... No quisieron salir por eso... ¡un charco!
El cielo se despejó y aún así no quisieron salir... esa cofradía de siempre ha sido envidiosa y egoísta.
Egoísta por no queres salir estropeando la ilusión de todos los penitentes que acompañan a sus tronos.
Envidiosa... como sabéis el Sábado antes del Domingo de Ramos, aquí sacamos nuestros tronos y tenemos una casa de hermandad como todas las cofradías, y la cofradía del Chiquito no tiene.
Eso es lo que hace que cada vez que nuestra Virgen va a recibir al Chiquito pasa de nosotros y no se atreve a salir, todo por pura envidia.
No sé porque la envidia es tan mala...
El caso es que ni vi al Chiquito, ni vi al chico que tantísimo me gusta... en fin... esperaremos al año que viene.
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